Para poder realizar la ordenación de la explotación comercial de los recursos vivos marinos antárticos y mantener el ‘enfoque de ecosistema’ plasmado en el artículo II de la Convención de la CCRVMA, es necesario tener en cuenta el efecto de la pesca tanto en las especies recolectadas (especies objetivo) como en las especies dependientes y afines.
Especies dependientes son las que se alimentan de las especies objetivo o son afectadas por la extracción de éstas de la red alimentaria. Especies afines son típicamente aquellas que son afectadas directamente por los artes de pesca, por ejemplo, al pasar a ser parte de la captura secundaria o de la mortalidad incidental.
La CCRVMA creó su Programa de Seguimiento del Ecosistema (CEMP en sus siglas en inglés) en 1989 con el fin de obtener información sobre los efectos de la pesca en las especies dependientes. Los dos objetivos del CEMP son:
- detectar y registrar cambios significativos en los componentes de mayor importancia del ecosistema marino dentro del Área de la Convención, información que sirve luego de fundamento para la conservación de los recursos vivos marinos antárticos
- distinguir entre los cambios causados por la recolección comercial de las especies y los cambios ocasionados por la variabilidad ambiental, tanto físicos como biológicos.
La función principal del CEMP es el seguimiento de los parámetros principales del ciclo de vida de las especies dependientes seleccionadas con el fin de detectar cambios en la abundancia de las especies explotadas. Las ‘especies dependientes’ son los depredadores marinos cuya dieta se compone principalmente de las especies explotadas por la pesca comercial. Entre las ‘especies dependientes de kril’ que son monitoreadas por el programa CEMP se encuentran especies con colonias terrestres como los pinnípedos y los pingüinos.
Una ‘especie indicadora’ debe mostrar una respuesta mensurable a cambios en la disponibilidad de las especies explotadas, por ejemplo a variaciones del tamaño de la población, del éxito de la reproducción, de la masa corporal y del comportamiento relacionado con la búsqueda de alimento. Las escalas espaciales y temporales en que los distintos parámetros del CEMP monitoreados reflejan los cambios en el estado del ecosistema pueden variar de cortas distancias y pocos días (por ejemplo en relación a la duración del viaje de alimentación y la tasa de crecimiento de las crías) a meses (por ejemplo en relación al éxito de la reproducción) en tanto que los índices del tamaño de la población incorporan el efecto de un conjunto de factores durante varios años, entre los cuales están la condición y supervivencia de los adultos y el reclutamiento de juveniles.
Las especies indicadoras utilizadas en el programa CEMP son:
- el pingüino adelia (Pygoscelis adeliae)
- el pingüino de barbijo (P. antarctica)
- el pingüino papúa (P. papua)
- el pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus)
- el albatros de ceja negra (Thallasarche melanophrys)
- el petrel antártico (Thalassoica antarctica)
- el petrel damero (Daption capense)
- el lobo fino antártico (Arctocephalus gazella).
En algunos casos no es posible realizar el seguimiento de algunas especies dependientes de kril que probablemente responderían a cambios en la disponibilidad del recurso, como por ejemplo la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), porque vive en bancos de hielo y por lo tanto sería difícil realizar su seguimiento sistemáticamente.
Con el fin de asegurar que los sitios CEMP son comparables tanto en escala espacial como temporal, la CCRVMA dispone de un conjunto convenido de Métodos estándar del Programa de Seguimiento del Ecosistema de la CCRVMA entre los que se encuentran procedimientos para la recopilación de datos, el formato para la presentación de los mismos a la Secretaría y los métodos de análisis de los datos.
Notificación de datos de seguimiento
Los datos de seguimiento recopilados siguiendo los métodos estándar del CEMP pueden ser presentados a la Secretaría mediante los formularios CEMP correspondientes para su inclusión en la base de datos del CEMP.
En el caso de datos de un sitio en el que previamente no se han recolectado datos CEMP es necesario incluir la información sobre la ubicación del sitio y un mapa con la ubicación de las colonias/áreas en que los datos fueron recolectados de manera que la Secretaría pueda asignar un código único al sitio. Una vez que un sitio en el que se han obtenido datos CEMP tiene un código acordado, es considerado como ‘sitio CEMP’.
Cuando se hayan recolectado datos de parámetros del CEMP (como tamaño de la población o éxito reproductivo) mediante métodos diferentes a los métodos estándar del CEMP, estos todavía podrían ser presentados al CEMP, pero esto requeriría una descripción detallada de los métodos utilizados para que la CCRVMA pueda evaluar si estos métodos y resultados obtenidos son comparables con los enfoques existentes.
La evaluación de nuevos métodos para su utilización por el CEMP es una parte importante de la labor de la CCRVMA, en particular porque los métodos estándar fueron desarrollados durante la década de los ochenta y es necesario aprovechar en el CEMP las nuevas técnicas y tecnologías (como cámara fijas de control remoto e imágenes por satélite para el recuento de pingüinos). Cualquier nuevo método para la recolección de datos CEMP deberá ser presentado a WG-EMM para su evaluación.
Protección de los sitios CEMP
En respuesta a la preocupación ocasionada por la posibilidad de que las actividades en los sitios CEMP pudieran interferir con la recopilación de datos de seguimiento importantes, en 1990 la CCRVMA adoptó una medida de conservación para dar protección a los sitios CEMP. Esta medida de conservación, originalmente la 18/IX, es ahora la 91-01.
En 1991, el primer sitio en recibir protección fue la Isla Foca (Medida de Conservación 91-03); sin embargo, la recolección de datos CEMP en este sitio cesó en 1994 debido a un derrumbe en el sitio del seguimiento, y la medida de conservación caducó en 2007.
El segundo sitio que recibió protección fue el Cabo Shirreff (Medida de Conservación 91-02, adoptada en 1994). En el año 2000 la Comisión convino en que, dado que este sitio también estaba protegido como parte del ASPA 149, no había necesidad de duplicar su regulación (por la CCRVMA y la RCTA), y se dejó caducar la Medida de Conservación 91-02.
Actualmente no hay sitios protegidos bajo la Medida de Conservación 91-01. Sin embargo, 7 de los 13 sitios de seguimiento del CEMP actualmente activos al sur de los 60oS están dentro de ASPA o ASMA, lo que les permite recibir protección adicional.
Lecturas complementarias
Agnew, D.J. 1997. The CCAMLR Ecosystem Monitoring Programme. Antarctic Science, 9 (3): 235–242.
Constable, A.J., W.K. de la Mare, D.J. Agnew, I. Everson and D. Miller. 2000. Managing fisheries to conserve the Antarctic marine ecosystem: practical implementation of the Convention on the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (CCAMLR). ICES Journal of Marine Science, 57: 778–791.
Reid, K., J.P. Croxall, D.R. Briggs, and E.J. Murphy. 2005. Antarctic ecosystem monitoring: quantifying the response of ecosystem indicators to variability in Antarctic krill. ICES Journal of Marine Science, 62:366–373.